Estrategias de Conservación de Los Recursos Naturales Aplicadas en Panamá
La Estrategia Nacional del Ambiente

El Consejo de Gabinete aprobó recientemente la Estrategia Nacional de Ambiente (ENA) que tiene como objetivo adoptar medidas y acciones adecuadas por parte de la población panameña para el correcto uso, manejo y aprovechamiento de los recursos naturales y el ambiente. La ENA fue elaborada a través de la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM) por un grupo de profesionales entendidos en el tema quienes se encargaron de ser los facilitadores en las consultas externas hechas con el sector público, sociedad civil y productores de las diferentes provincias. Según una nota de prensa de la Presidencia de la República, el documento responde a una serie de compromisos establecidos en las normas, estructuras y políticas contenidas en la Ley General de Ambiente aprobada en julio de 1998. Durante su elaboración la estrategia fue sometida a una amplia consulta nacional en la que fueron analizados 29 temas relevantes integrados en cinco componentes claves. El documento indica que una de las prioridades ambientales en Panamá es atender el problema del deterioro y degradación de los suelos, que afecta la capacidad de producción y obliga la adopción de medidas de conservación y rehabilitación del recurso en el 27% del territorio nacional. Igualmente se debe considerar la inquietud de los sectores que tienen una alarmante tasa anual de deforestación, que además de destruir la riqueza biológica reduce la capacidad de retención y almacenamiento de agua en los suelos. Entre las políticas públicas fundamentales de la ENA, se encuentran valorar el patrimonio ambiental, adecuar mecanismos de conservación, recuperar los recursos ambientales desarrollando y fortaleciendo la capacidad institucional del ambiente. Los principios de la ENA establecen que la gestión ambiental se implementará de forma progresiva y que la calidad de los recursos naturales responderá a conceptos de prevención, regeneración y conservación de éstos. Asimismo advierte que las prioridades ambientales de Panamá están centradas en la necesidad de promover una transformación en la cultura ambiental a través de la educación formal e informal; el suministro de información y la creación de espacios para la participación ilustrada y responsable de los sectores civiles y empresariales.
La Ley General de Ambiente y Su Reglamentación
CONSIDERANDO: Que el Congreso Nacional de la República, emitió el [lecreto No - 104-93 del 27 de mayo de 1993, que contiene LA LEY GENERAL DEL AMBIENTE, misma que entró en vigencia a partir del 28 de julio de 1993.
CONSIDERANDO: Que es atribución del Poder Ejecutivo, emitir Acuerdos y Decretos y expedir reglamentos y resoluciones conforme a la ley.
CONSIDERANDO: Que todo proyecto de Reglamento para la aplicación de una ley habrá de ser dictaminado por la Procuraduría General de la República, conforme lo establece el Artículo 41, de la Ley de Procedimiento Administrativo y en cumplimiento de esto se mandó a oír su opinión siendo del parecer favorable a que se apruebe el REGLAMENTO GENERAL DE LA LEY DEL AMBIENTE.
CONSIDERANDO: Que la Ley General del Ambiente, determinará que la problemática ambiental requiere de una organización estructurada administrativa que responda en forma coherente, armónica e integral de nuestra situación ambiental; por lo que se hace riecesario dictar las disposiciones reglamentarias que faciliten la mejor aplicación de la ley.
POR TANTO: En uso de las facultades que le confiere el Artículo 1,245, Numeral 11, de la Constitución de la República.
Formular y dirigir las políticas, metas, objetivos, estrategias y fijar las prioridades para la aplicación de la legislación ambiental, incluidas las normas o decisiones de la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD), eri el ámbito estatal y privado, después de identificar los problemas del ambiente y del manejo de los recursos naturales;
Emitir el Reglamento para organizar el Sistema Nacional de Evaluación de Impacto Ambiental, estableciendo las dependencias que lo manejarán y desarrollando los instrumentos, técnicas y metodología por medio de los cuales operará y demás disposiciones necesarias para su funcionamiento;
Elaborar, con el concurso de la Secretaría de Estado en los Despacho$ de Planificación, Coordinación y Presupuesto y de la Secretaría de Estado en el Despacho de Recursos Naturales, los planes que conformen el Plan de Ordenamiento Terriliorial a los cuales habrán de sujetarse todas las entidades estatales y privadas, en la formulación y ejecución de sus respectivos proyectos, de cualquier naturaleza que éstos sean;
Coordinar con los órganos u organismos competentes, la ejecución1 de las políticas en materia ambiental en los programas o proyectos estatales y Derivados;
Identificar y proponer las áreas que deban ser declaradas como Areas Naturales Protegidas, previa consulta con las Municipalidades en cuyo término queden ubicadas; Intervenir en la planificación del aprovechamiento de los recursos naturales, procurando que se realice en forma racional, considerando sus usos alternativos y la interpretación natural en el ecosistema;
Colaborar con las instituciones competentes para prevenir y controlar desastres, plagas, emergencias y otras contingencias ambientales que incidan negativamente en parte o en todo el territorio nacional;
Establecer un sistema de capacitación amplio, constante y permanente, que permita desarrollar el recurso humano calificado en materia ambiental;
Promover o ejecutar programas de concientización dirigidos a los difQrentessectores de la sociedad, con el propósito de que se integren voluntariamente en las actividades de protección y conservación del ambiente y de los recursos naturales;
Supervisar la aplicación de las políticas ambientales en los planes, programas o proyectos estatales y privadas a efecto de identificar cualquier irregularidado disfunción y rectificará sin obstaculizar el desarrollo de los mismos;
Colaborar técnicamente con todos los organismos, estatales o privados, en' el desarrollo de actividades tendientes a preservar, conservar y restaurar el medio ambiente y los recursos naturales;
Diseñar un programa para la aplicación de las normas que conicedan incentivos o exoneraciones fiscales a las empresas que el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental exija maquinaria y equipo de control ambiental, sea para iniciar operaciones como para continuar operando;
Identificar las tecnologías que sean nocivas para el ambiente o los recursos naturales y proponer las que permitan su sustitución;
Emitir, por medio de los órganos competentes, dictámenes en materiaambiental, previos a la autorización, concesión y emisión de permisos de operación de empresas industriales o comerciales y para la ejecución de proyectos piibllicos o privados;
Establecer y mantener relaciones de colaboración con orgafiismos que ejerzan competencia en materia ambiental, sean éstos públicos o pirivados, nacionales o extranjeros;
Representar al Estado ante organismos nacionales e internacionales en materia ambiental;
Dictar y ejecutar las medidas que sean necesarias para preservar, conservar y restaurar el ambiente y los recursos naturales, y;
Las demás que señale este Reglamento.
El Sistema Nacional de Áreas Protegidas
El Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP) de Panamá está formado por 65 áreas protegidas (AP’s), lo que equivale a unas 2,600,018.050 hectáreas que representan, aproximadamente, el 34.43% del territorio nacional. El SINAP se creó en 1992 con el propósito de fortalecer las áreas protegidas, mediante la Resolución de Junta Directiva 022-92, del entonces Instituto Nacional de Recursos Naturales Renovables (INRENARE), en la actualidad, la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM).
Posteriormente, según la Resolución de Junta Directiva 09 de 1994, se definen 17 categorías de manejo de Áreas Protegidas en Panamá; sin embargo, en la práctica se han utilizado 27 denominaciones distintas para referirse a dichas áreas. Finalmente, la Ley 41 de 1 de julio de 1998, en su artículo 66, reafirma la creación del SINAP y determina a la ANAM como ente rector del mismo.
De acuerdo a la Estrategia Nacional del Ambiente, en términos generales los parques nacionales mantienen superficies boscosas por encima del 80%. Se exceptúan los parques nacionales Sarigua y Altos de Campana, con coberturas aproximadas de 23% y 41%, respectivamente; en estos casos, las condiciones naturales de los ecosistemas que albergan dichas áreas protegidas, tales como albinas y llanuras volcánicas, no son aptos para el desarrollo de formaciones boscosas masivas.
La riqueza biológica y cultural que albergan las áreas protegidas en Panamá ha sido reconocida a nivel internacional en diversas categorías. Así, en el SINAP se cuenta con dos Reservas de la Biosfera, dos Sitios de Patrimonio Mundial Natural, dos Sitios de Patrimonio Mundial Cultural (fortificaciones de la costa caribeña de Panamá: Portobelo-San Lorenzo) y tres Sitios RAMSAR. Un caso importante en este sentido es el Parque Nacional Coiba, que ha sido elevado a su máxima jerarquía legal, al aprobarse la Ley 44 de 2004 como la norma de creación del mismo y al ser declarado como Sitio de Patrimonio Mundial.
Esta área protegida está incluida en la Lista Indicativa de los Bienes Naturales de la UNESCO y forma parte del Corredor Biológico Marino del Pacífico Este Tropical, que incluye a las islas Galápagos (Ecuador), las islas Gorgona y Malpelo (Colombia) e isla Cocos (Costa Rica), lo que ubica al Parque en escala de importancia internacional.
De las áreas protegidas declaradas, 19 cuentan con planes de manejo y 36 con planificación estratégica, planes operativos y planes de control y vigilancia. En estas 36 áreas se aplica el Programa de Monitoreo de la Efectividad del Manejo de las Áreas Protegidas de Panamá (PMEMAP). En la actualidad este Programa se encuentra en proceso de revisión para hacer a esta herramienta de medición las modificaciones necesarias para hacerla más eficiente, luego que han pasado cinco años desde que se levantó la línea base.

Antecedentes
En Panamá, las iniciativas para la protección del patrimonio natural se materializaron a partir del año 1918 cuando se estableció, en la provincia de Los Santos, el Bosque Municipal “El Colmón de Macaracas”, con el propósito de proteger fuentes de agua y promover el aprovechamiento racional de madera para leña. Esta área protegida existe en la actualidad.
En 1923, se reconoce como Monumento Natural a la isla de Barro Colorado, ubicada en el lago Gatún en el centro del Canal de Panamá. Posteriormente, la isla fue amparada bajo la Convención para la Protección de las Bellezas Escénicas Naturales de América, de la OEA. En Barro Colorado se realizan un sin número de estudios e investigaciones que han sido de singular importancia para el conocimiento científico de los trópicos americanos.
A partir de 1960, se dio inicio a la declaración de las primeras reservas forestales, entre éstas, la Reserva Forestal La Yeguada, en la provincia de Veraguas; la Reserva Forestal de Chepigana, en la provincia de Darién; y la Reserva Forestal Tonosí, en la provincia de Los Santos.
El Parque Nacional Altos de Campana (PNAC) se creó en 1966 y constituye el último eslabón de la cordillera Central, proveniente de los macizos volcánicos centroamericanos.
En el año 1972, con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), se propuso el establecimiento del Sistema de Parques Nacionales y Reservas Equivalentes, donde se identificaron las siguientes áreas: los parques nacionales Volcán Barú (PNVB), Altos de Campana (PNAC) y Portobelo (PNP); el Bosque Protector Alto Darién (BPAD); y, los propuestos parques marinos de Bocas del Toro y del archipiélago de Las Perlas. De las áreas mencionadas, las cinco primeras se crearon entre 1976 y 1984.
En la década de los 80, ante las perspectivas de la reversión de territorios silvestres de la antigua Zona del Canal de Panamá y la necesidad de proteger la cuenca hidrográfica del Canal de Panamá, se establecen las siguientes áreas protegidas: el Parque Nacional Soberanía (PNS), el Parque Nacional Chagres (PNC), el Parque Natural Metropolitano (PNM) y el Área Recreativa Lago Gatún (ARLG).
También en la década de 1980, y con el apoyo de grupos conservacionistas, en la región de Azuero se desarrollaron esfuerzos que llevaron a la creación del Parque Nacional Sarigua, el Refugio de Vida Silvestre El Peñón de la Honda, el Refugio de Vida Silvestre Isla Iguana, el Refugio de Vida Silvestre de Laguna Las Macanas y el Cenegón del Mangle.
Asimismo, se declararon los parques nacionales de mayor extensión: el Parque Nacional Darién (PND), en la frontera con la República de Colombia; y el Parque Internacional La Amistad (PILA), limítrofe con la República de Costa Rica y dentro de la estrategia de manejo de los llamados Parques Fronterizos. La creación de estas áreas protegidas en las regiones fronterizas contribuyó a fortalecer las iniciativas para la consolidación del Sistema Centroamericano de Áreas Protegidas (SICAP).
El inicio de la década de los 90 se caracterizó por la incorporación de ecosistemas marinos-costeros, como fueron el Refugio de Vida Silvestre Isla de Cañas, el Parque Nacional Coiba, el Parque Nacional Marino Golfo de Chiriquí; los Sitios RAMSAR Humedal Golfo de Montijo, Humedal Punta Patiño y Humedal San San Pond Sak; los Refugios de Vida Silvestre Playa La Barqueta Agrícola y Playa Boca Vieja; el Humedal Lagunas de Volcán y, el PN Camino de Cruces en el área revertida de Panamá. También se establece el Área Silvestre Corregimiento de Narganá 1, en la Comarca Kuna-Yala.
Es importante señalar que dentro del Plan de Ordenamiento y Uso de Suelos de las Áreas Revertidas de la antigua Zona del Canal, liderizado por la Autoridad de la Región Interoceánica (ARI), a través de la Ley 21 de 2 de julio de 1997, se consideraron aproximadamente 24,000 hectáreas destinadas para la conservación de los recursos naturales. Esta extensión incluye el Bosque Protector y Paisaje Protegido
San Lorenzo y el Paisaje Protegido de Isla Galeta.
Al inicio de la década de 2000, la cual se caracterizó por una intensa participación e iniciativa comunitaria, se declaran el Monumento Natural Cerro El Gaital, en la provincia de Coclé y el Parque Nacional Santa Fe, en la provincia de Veraguas.
En la actualidad, el SINAP está constituido por 65 unidades de manejo representando para Panamá aproximadamente el 34.43% del territorio nacional. Este porcentaje puede incrementarse al incorporar pequeñas superficies de áreas protegidas declaradas a través de otras iniciativas municipales.
Número y tamaño de las áreas protegidas terrestres y marinas legalmente declaradas
El SINAP cuenta con un total de 65 áreas protegidas. Éstas representan, aproximadamente, el 34.43% del territorio nacional; lo que equivale a 2, 600,018.050 hectáreas.
En cuanto al tamaño de las áreas protegidas, la tendencia actual radica en procesos de revisión de límites para evaluar la viabilidad de ampliación y/o reducción de dichas áreas, de acuerdo a las características de los ecosistemas y su estado de conservación. Estos procesos se evalúan en la actualidad para las siguientes áreas protegidas: Reserva Forestal Chepigana, PN Chagres, Reserva Forestal de Tonosí, PN Cerro Hoya, Reserva Forestal La Tronosa y PN Coiba, entre otros.
Recientemente, mediante Ley 44 de 26 julio de 2004, se eleva el fundamento legal que crea el PN Coiba, que es declarado Sitio de Patrimonio Mundial en el 2005. Actualmente, se está revisando y actualizando el plan de manejo de ésta área protegida. En el Parque Nacional Marino Isla Bastimentos también se realiza un proceso de ampliación de límites, con el objetivo de proteger y manejar importantes áreas, en conjunto con los grupos organizados que realizan actividades de pesca de subsistencia.
Categorías de manejo del SINAP según la Resolución JD-09-94 de 28 de julio de 1994
Reserva Científica: Es un área con ecosistemas sobresalientes, especies de flora y fauna de importancia científica nacional. A menudo contiene ecosistemas frágiles, posee áreas con una diversidad biológica importante para la conservación de los recursos genéticos. El tamaño está determinado por el terreno requerido para asegurar la integridad del área a fin de alcanzar los objetivos del manejo científico y asegurar su protección.
Parque Nacional: Es un área terrestre o acuática relativamente grande (más de mil hectáreas), que contiene muestras representativas sobresalientes de las principales regiones, rasgos o escenarios de importancia nacional e internacional, donde las especies de plantas y animales, sitios geográficos y hábitat son de especial interés científico, educativo y recreativo. Contiene unos o varios ecosistemas completos que no han sido materialmente alterados por la explotación y ocupación humana.
Monumento Natural: Es un área que contiene uno o más rasgos sobresalientes, únicos de importancia nacional, tales como las formaciones geológicas, sitios naturales especiales, hábitat o especies de plantas o animales que debido a su singularidad, pueden estar amenazadas y requieren de su protección. El tamaño está determinado por el rasgo específico y el área necesaria para asegurar su protección.
Refugio de Vida Silvestre: Un refugio de vida silvestre provee la protección de sitios o hábitat específicos para la existencia o bienestar sostenido de las especies de flora y fauna migratorias o residentes de importancia nacional o global. El tamaño del área y el manejo especial requerido, en ciertas circunstancias estacionales, dependerá de los requerimientos de hábitat o características específicas de las especies que serán protegidas. En todo caso estas necesidades no requerirán zonas amplias; podrían ser relativamente pequeñas: área de anidamiento, pantanos, lagos esteros, bosques o pastizales.

Paisaje Protegido: El paisaje protegido por lo general representa dos tipo de áreas: aquellos paisajes que poseen cualidades estéticas especiales que son un resultado de la interacción armoniosa del hombre y la tierra, y aquellos que son áreas naturales de un atractivo estético manejados por el hombre con fines recreativos y turísticos.
Área Natural Recreativa: Extensión relativamente amplia. Área natural escénica con atractivos para uso recreativo, ya sean naturales o artificiales. De fácil acceso desde los centros importantes de población.
Con potencial para el desarrollo de una variedad de actividades recreativas al aire libre. Mantiene una alta calidad de paisajes y trata de evitar la degradación de los recursos naturales.
Sitio de Patrimonio Mundial: Área con rasgos naturales y culturales de significación internacional, que contiene muestras de los períodos evolutivos de la tierra, procesos geológicos significativos, rasgos o comunidades naturales singulares o en peligro, con gran valor artístico, científico, cultural, social o tecnológico, o de gran antigüedad.
Reserva de la Biósfera La Amistad-Panamá, la Isla Colón en Bocas del Toro es parte del área de transición
Reserva de la Biósfera La Amistad-Panamá, las montañas de Palo Seco representan el área de amortiguamiento y la Cordillera Central con el PILA representan el área núcleo.
Reserva de la Biosfera: Áreas que contienen muestras representativas de biomas importantes, rasgos naturales singulares, pautas armónicas y estables de uso de la tierra. También puede tratarse de ecosistemas modificados susceptibles, especialmente para estudios de referencias, control ambiental y educación.
Áreas de Uso Múltiples: Son áreas terrestres y marinas que además de contribuir a la protección de los recursos naturales y los sistemas ecológicos, contribuyen en forma significativa a la economía social como fuente de otros recursos. La multiplicidad de funciones de estas tierras o aguas, representa una fuente importante de productos naturales (agua, madera, vida silvestre, pastos, tintes, etc.) y de servicios permanentes, bajo un manejo integral sustentable.
Humedales de Importancia Internacional: Áreas designadas por la “Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional”, especialmente como hábitat de aves acuáticas, que comprenden extensiones de marismas, pantanos y turberas o superficies cubiertas de agua, sean éstas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o aguas marinas, cuya profundidad no exceda de 6 metros.
Corredor Biológico: Zonas naturales o en recuperación que conectan áreas protegidas con el objetivo de mantener el movimiento de especies de la vida silvestre y así conservar la diversidad biológica.
Área Silvestre ubicada dentro de Comarca o Reserva Indígena: Se trata de cualquier categoría de manejo definida por esta resolución, ubicada dentro de las Comarcas y Reservas Indígenas legalmente establecidas, que haya sido declarada área silvestre protegida a través de los Congresos Generales de cada Comarca o Reserva, de acuerdo a la regulación vigente para cada una de éstas.
Reserva de los Recursos: Categoría de manejo transitoria, generalmente consta de una zona extensa, inhabitada y de difícil acceso. El área se encuentra casi siempre con recursos naturales, todavía sin explotar ni desarrollar.
Reserva Forestal: Es un área de uso múltiple en donde el manejo adecuado conlleva el aprovechamiento racional de los recursos forestales contenidos.
Reserva Hidrológica: Área generalmente boscosa escarpada y quebrada, cuyo valor primordial es conservar la producción hídrica en cantidad y calidad adecuada para las actividades humanas y productivas de la región.
Parque Nacional Marino: Área que posee una muestra representativa de los ecosistemas marinos, costeros o insulares, también contribuye al reestablecimiento y mantenimiento de especies de faunas marinas, para su aprovechamiento sostenido de los pobladores de las áreas vecinas al parque. Ofrece oportunidades educativas, científicas y recreativas.
Zona de Amortiguamiento: Franja de tierra que rodea los recursos o hábitat especiales, y que actúan como una barrera a las influencias externas. Esta franja debe ser lo suficiente ancha para absorber los disturbios químicos y físicos, tales como la contaminación del aire, suelo, agua, fuego, caza furtiva, y turismo incontrolado, y estará ubicada rodeando el perímetro del área protegida y proyectándose de los límites del área hacia el exterior.
Categorías descritas por la UICN
Categoría Ia – Reserva Natural Estricta: Área protegida manejada principalmente con fines científicos.
Categoría Ib – Área Natural Silvestre: Área protegida manejada principalmente con fines de protección de la naturaleza.
Categoría II – Parque Nacional: Área protegida manejada principalmente para la conservación de ecosistemas y con fines de recreación.
Categoría III – Monumento Natural: Área protegida manejada principalmente para la conservación de características naturales específicas.
Categoría IV – Área de Manejo de Hábitat/Especies: Área protegida manejada principalmente para la conservación, con intervención a nivel de gestión.
Categoría V – Paisaje Terrestre y Marino Protegido: Área protegida manejada principalmente para la conservación de paisajes terrestres y marinos, con fines recreativos.
Categoría VI – Área Protegida con Recursos Manejados: Área protegida manejada principalmente para la utilización sostenible de los ecosistemas naturales.
Las categorías representan diversos grados de intervención humana. Las Categorías I a III tienen que ver fundamentalmente con la protección de áreas naturales en las cuales la intervención humana directa y la modificación del medio ambiente han sido limitadas; las Categorías IV, V y VI incluyen a las áreas en las cuales dicha intervención y modificación han sido mucho más apreciables.
Fuente: ANAM. 2006. Sistema Nacional de Areas Protegidas. Informe. Autoridad Nacional del Ambiente, República de Panamá. 60 pp.
Edición digital para dominio público: Centro de Estudios de Recursos Bióticos, Universidad de Panamá.
Plan de Ordenamiento del Área Metropolitana
Las necesidad de elaborar un Plan de Desarrollo Urbano para las Áreas Metropolitanas del Pacífico y del Atlántico se hizo apremiante con la firma del Tratado del Canal de Panamá de 1977. La ejecución del tratado ofrece la posibilidad de incorporar el Área del Canal, sus recursos naturales e infraestructuras a las Áreas Metropolitanas, lo que incluye una superficie urbanizable de cerca de 13 mil hectáreas, un área equivalente al 26% del actual cordon urbano (ver Mapa R2). Esta posibilidad representa un gran desafío, pero a la vez una oportunidad única de crear un nuevo marco técnico, jurídico e institucional para la planificación urbana y el manejo de los valiosos recursos naturales del área central de la República de Panamá.
El Plan de Desarrollo tienen dos objetivos generales principales:
Fortalecer en el MIVI la capacidad de planificación y regulación del desa-rrollo urbano mediante la elaboración de un plan que facilite y racionalice, al corto, mediano y largo plazo, la integración del Área del Canal a las Áreas Metropolitanas; e Incorporar las propuestas presen-tadas dentro del Plan de Conserva-ción de los Recursos Naturales de la Región de la Cuenca del Canal (Plan Regional) y del Plan General de Uso, Conservación y Desarrollo del Área del Canal (Plan General).
De acuerdo con los Términos de Referencia del Contrato de Servicios de Consultoría, la formulación del Plan de Desarrollo prosigue un trabajo de estudio basado en lo siguiente:
1. La preparación de un Diagnóstico Estratégico, que contenga una descripción de las condiciones físicas, sociales, económicas, ambientales, fiscales y legislativas del futuro urbano que resultaría de mantenerse las tendencias actuales de crecimiento; y de las políticas que deben regir el crecimiento urbano; 2. La preparación de distintos Escenarios de Desarrollo a nivel regional y metropolitano, que contengan una evaluación de las ventajas y desventajas de cada uno de ellos en términos de su apoyo a las políticas que deben regir el crecimiento urbano, por medio de la cual se pueda llegar a un marco regional y una estructura urbana sustentable; 3. La elaboración de Planes Metropolitanos, en los que se detalle: el uso de suelos, los sistemas de infraestructura, transporte, y espacios abiertos; los costos generados por estos sistemas y posibles instrumentos de financiamiento; las implicaciones sociales y las estrategias de implementación y administración de dichos planes por parte del MIVI;
Esta metodología garantiza un proceso racional de planificación bajo el cual puede administrarse el crecimiento de las Áreas Metropolitanas. Sin embargo, se debe reconocer, y aceptar, que el acto de planificar una amplia región urbana por un período de 25 años involucra, por la naturaleza misma de las complejas variables abarcadas, un ejercicio de previsión y ordenación de una realidad en constante cambio.
Es así por ejemplo, que la metodología propuesta tuvo que absorber el impacto de un crecimiento económico para las Áreas Revertidas de magnitud superior a aquel previsto en el Plan General (ver sección 6.1 de este resumen, y el capítulo 5.2 del Volumen II del Plan de Desarrollo) .
Asimismo se comprobó la necesidad de agregar el Corredor Transístmico al enfoque de estudio dado la creciente gestión urbana que potencialmente atenta contra el abastecimiento de agua para las operaciones del Canal.
Más importante aún, tras esbozarse en el Diagnóstico Estratégico las implicaciones de las tendencias de crecimiento actuales conjuntamente con las políticas nacionales destinadas al fomento del libre mercado, se elaboraron metas y políticas puntuales para cada componente del Plan de Desarrollo, hecho que ayudó a limitar el universo de alternativas de desarrollo y a guiar con mayor precisión la elaboración de estrategias de desarrollo en apoyo a un concepto urbano preferencial.
Estas circunstancias (típicas de los países que atraviesan períodos de rápida transformación), indican que cualquier plan a largo plazo debe tener la flexibilidad de aceptar cambios y, al mismo tiempo, proveer un contexto racional, pero innovador para la toma de decisiones a corto, mediano y largo plazo. Diseñar una estructura y un proceso de gestión urbana capaces de aceptar los cambios inherentes a un contexto de incertidumbre, ha sido el principal desafío de la elaboración del Plan de Desarrollo.
Plan de Ordenamiento Territorial de Darién
El Programa busca contribuir al desarrollo social y productivo sostenible y al manejo y protección de los recursos naturales de la provincia de Darién.
Las actividades están orientadas a establecer un plan de ordenamiento territorial, fortalecimiento de las instituciones co-ejecutoras, de los municipios, comarcas y organizaciones comunitarias, fomento de proyectos de producción y de proyectos turísticos para mejorar los ingresos de pequeños productores, la conexión de Darién con el resto de la República a través de la construcción de cinco tramos de la carretera Panamá-Darién, vías internas y el aeropuerto. También, se apoya la construcción de acueductos rurales, manejo de residuos sólidos, desarrollo del sistema de agua potable y la interconexión eléctrica.
Resultados
Diseño y construcción del sistema de abastecimiento de agua potable a lo largo de la Carretera Panamericana entre Yaviza y Arimae con un potencial de beneficiar a 16,200 personas.
Rehabilitación de la carretera Panamericana hasta Yaviza ( 5 Tramos) e infraestructura de transporte como el aeropuerto de La Palma y los puertos de Quimba y próximamente La Palma
Implementación de ejercicio piloto sobre técnicas de manejo y conservación de suelos en 10 fincas en Rio Congo y Rio Congo Arriba. Esta experiencia exitosa fue replicada en cuatro zonas más, beneficiando a 36 fincas productoras en total, donde se han mejorado las praderas, los bancos de forraje, se han introducido sistemas agro-silvo-pastoriles y la protección de áreas frágiles.
Elaboración del Plan de Manejo Marino-Costero para la provincia de Darién apoyando en la conservación de los recursos marinos que es una de las principales formas de sustento de la población.
Se apoyó la inversión en el área turística potenciando de este modo el desarrollo de actividades de ecoturismo y turismo cultural incluyendo en este programa a las comunidades indígenas. También se preparó a la población para aprovechar los ingresos que pueden derivarse de esta actividad económica.
Para mejorar la accesibilidad y mejorar la intercomunicación de la provincia se han rehabilitado a través de este programa 231.95 km caminos de acceso.
Región cuyo Índice de Desarrollo Humano (IDH) tuvo el mayor progreso (18.2%) entre 2001 y el 2007, catalogado como zona de rezago dinámico
El proyecto ha fortalecido las instituciones provinciales co ejecutoras, también los municipios, comarcas y organizaciones comunitarias de la provincia.
